El testigo clave en el juicio por el crimen de Ferreyra, fue hallado esta noche con vida en la localidad bonaerense de Gerli, partido de Avellaneda, y conducido al hospital Finochietto.
Fuentes policiales confirmaron a Télam que el testigo fue liberado pasadas las 22 horas en la calle Clemenciau al 50, en Gerli, donde fue auxiliado por una persona que pasaba ocasionalmente.
De acuerdo a lo señalado por las fuentes, Severo se encontraba maniatado con precintos de plástico, vendado y con algunos golpes, luego de ser abandonado por un vehículo que aún no fue identificado.
Una vez preservado por la persona que lo halló, que sería un trabajador de prensa, Severo habría entregado dos números de teléfono pertenecientes a una remisería de su familia, ubicada en la calle Mariano Acosta, desde donde finalmente fue escoltado por efectivos policiales y acompañado por allegados al hospital municipal de Avellaneda.
Según se confirmó, el estado de Severo "es bueno" mientras estaba siendo sometido a una serie de estudios, entre ellos una tomografía computada.
Los primeros efectivos en tomar contacto con Severo pertenecen a la DDI de Lomas de Zamora, cuyo voceros indicaron a Télam que en el breve contacto previo a su internación el testigo sostuvo que habría sido capturado la noche del miércoles cuando una moto, con dos sujetos armados, le cruzó el paso a su vehículo en la zona de Avellaneda.
Según las fuentes, se estima que Severo estuvo cautivo a lo largo de la jornada de ayer (jueves) en una vivienda de Gerli, el mismo sitio en el que fue hallado el jueves por la noche.
Severo, que desapareció la noche anterior al día que debía presentarse en los tribunales, es testigo en el juicio por el crimen del joven Mariano Ferreyra, por lo cual el Ministerio de Seguridad ordenó una búsqueda nacional para dar con su paradero.
Los familiares denunciaron que desapareció cuando a bordo de su automóvil dijo dirigirse a visitar a su nieto y nunca llegó a destino, lo que motivó la alarma y el comienzo de la búsqueda, cuya investigación quedó a cargo del fiscal Elvio Laborde, titular de la UFI N°3 de Avellaneda -Departamento Judicial Lomas de Zamora-, con auxilio de la Policía bonaerense.
Tras conocerse la denuncia de su desaparición, el ministerio de Seguridad, a cargo de Nilda Garré, ordenó una búsqueda nacional, y se enviaron notas con pedido de búsqueda y tres fotografías de Severo a las fuerzas de seguridad y al Ministerio Público Fiscal.
La procuradora Alejandra Gils Carbó solicitó informes para que también proceda a buscarlo el titular de la Unidad Fiscal de investigación de delitos con autor desconocido, a cargo del fiscal José María Campagnoli.
La primera denuncia fue realizada en la madrugada del jueves por su esposa en la Comisaría 6ta. de la localidad de Gerli y luego pasó a la DDI de Lomas de Zamora.
Severo, quien debía declarar en el mediodía del jueves, no es testigo directo de los hechos ocurridos el 20 de octubre de 2010, cuando mataron al joven militante del Partido Obrero, sino por haber trabajado en Ferrobaires y tener conocimiento de los manejos internos del sector.
Tanto en 2009 como en 2010, Severo había sufrido amenazas y agresiones por parte de la conducción de Ferrobaires, indicaron distintas fuentes.
Por su parte, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, celebró sobre la medianoche la aparición de Severo, y agregó que "si bien estamos tranquilos y satisfechos, deben investigarse todas las características de esta desaparición".
"Es llamativo y merece ser investigado en todas las hipótesis", expresó el ministro en diálogo con la prensa, y en ese marco reafirmó que en el esclarecimiento del caso "no hay que seguir un solo hilo conductor y no por eso no se seguirá, porque es necesario investigar desde cero las muchas hipótesis que existen", puntualizó.
De acuerdo a lo señalado por las fuentes, Severo se encontraba maniatado con precintos de plástico, vendado y con algunos golpes, luego de ser abandonado por un vehículo que aún no fue identificado.
Una vez preservado por la persona que lo halló, que sería un trabajador de prensa, Severo habría entregado dos números de teléfono pertenecientes a una remisería de su familia, ubicada en la calle Mariano Acosta, desde donde finalmente fue escoltado por efectivos policiales y acompañado por allegados al hospital municipal de Avellaneda.
Según se confirmó, el estado de Severo "es bueno" mientras estaba siendo sometido a una serie de estudios, entre ellos una tomografía computada.
Los primeros efectivos en tomar contacto con Severo pertenecen a la DDI de Lomas de Zamora, cuyo voceros indicaron a Télam que en el breve contacto previo a su internación el testigo sostuvo que habría sido capturado la noche del miércoles cuando una moto, con dos sujetos armados, le cruzó el paso a su vehículo en la zona de Avellaneda.
Según las fuentes, se estima que Severo estuvo cautivo a lo largo de la jornada de ayer (jueves) en una vivienda de Gerli, el mismo sitio en el que fue hallado el jueves por la noche.
Severo, que desapareció la noche anterior al día que debía presentarse en los tribunales, es testigo en el juicio por el crimen del joven Mariano Ferreyra, por lo cual el Ministerio de Seguridad ordenó una búsqueda nacional para dar con su paradero.
Los familiares denunciaron que desapareció cuando a bordo de su automóvil dijo dirigirse a visitar a su nieto y nunca llegó a destino, lo que motivó la alarma y el comienzo de la búsqueda, cuya investigación quedó a cargo del fiscal Elvio Laborde, titular de la UFI N°3 de Avellaneda -Departamento Judicial Lomas de Zamora-, con auxilio de la Policía bonaerense.
Tras conocerse la denuncia de su desaparición, el ministerio de Seguridad, a cargo de Nilda Garré, ordenó una búsqueda nacional, y se enviaron notas con pedido de búsqueda y tres fotografías de Severo a las fuerzas de seguridad y al Ministerio Público Fiscal.
La procuradora Alejandra Gils Carbó solicitó informes para que también proceda a buscarlo el titular de la Unidad Fiscal de investigación de delitos con autor desconocido, a cargo del fiscal José María Campagnoli.
La primera denuncia fue realizada en la madrugada del jueves por su esposa en la Comisaría 6ta. de la localidad de Gerli y luego pasó a la DDI de Lomas de Zamora.
Severo, quien debía declarar en el mediodía del jueves, no es testigo directo de los hechos ocurridos el 20 de octubre de 2010, cuando mataron al joven militante del Partido Obrero, sino por haber trabajado en Ferrobaires y tener conocimiento de los manejos internos del sector.
Tanto en 2009 como en 2010, Severo había sufrido amenazas y agresiones por parte de la conducción de Ferrobaires, indicaron distintas fuentes.
Por su parte, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, celebró sobre la medianoche la aparición de Severo, y agregó que "si bien estamos tranquilos y satisfechos, deben investigarse todas las características de esta desaparición".
"Es llamativo y merece ser investigado en todas las hipótesis", expresó el ministro en diálogo con la prensa, y en ese marco reafirmó que en el esclarecimiento del caso "no hay que seguir un solo hilo conductor y no por eso no se seguirá, porque es necesario investigar desde cero las muchas hipótesis que existen", puntualizó.
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