La mujer, que no está detenida, tenía un invernadero donde la Policía encontró las plantas que miden dos metros y medio y también hojas secas de marihuana.
Una mujer oriunda de Buenos Aires, de profesión docente y que también oficiaba de “curandera”, es la única persona seriamente implicada en la causa que se instrumenta desde el Juzgado Federal de San Carlos de Bariloche y que tiene que ver con las 35 plantas de marihuana incautadas en la jornada del pasado lunes por personal del Área Drogas Peligrosas y leyes Especiales de la Unidad Regional de Esquel y efectivos de la comisaría distrito El Hoyo.
Es que independientemente de no haber sido aprehendida, la mujer, de aproximadamente 45 años, se encuentra imputada por infracción a la ley de estupefacientes Nº 23.737.
Cuando los policías llegaron al lugar, ubicado en el paraje “El sauzal” de la localidad cordillerana chubutense de El Hoyo, se encontraron con más de treinta plantas, en donde muchas de ellas superaban los dos metros de altura y con muchas hojas secas de cannabis sativa, el nombre que se le da a la marihuana. Todas esas especies arbóreas fueron secuestradas, como así también las hojas, las cuales se usaban para diferentes tipos de curaciones y analgésicos, ya que la mujer, docente de profesión, pero sin ejercerla, también ocupaba parte de su tiempo en ser curandera y “sanar” a quienes se acercaban a su vivienda con algún tipo de dolencia.
Las plantas, con un crecimiento desmesurado por algún tipo de hormonas de crecimiento y el excelente cuidado, se hallaban en un invernadero y tenían, cerca de tres meses de vida (pudiendo crecer mucho más), de acuerdo al informe de los pesquisas policiales, que trabajaron varios meses para dar con la plantación y la maestra “curandera”.
Es que independientemente de no haber sido aprehendida, la mujer, de aproximadamente 45 años, se encuentra imputada por infracción a la ley de estupefacientes Nº 23.737.
Cuando los policías llegaron al lugar, ubicado en el paraje “El sauzal” de la localidad cordillerana chubutense de El Hoyo, se encontraron con más de treinta plantas, en donde muchas de ellas superaban los dos metros de altura y con muchas hojas secas de cannabis sativa, el nombre que se le da a la marihuana. Todas esas especies arbóreas fueron secuestradas, como así también las hojas, las cuales se usaban para diferentes tipos de curaciones y analgésicos, ya que la mujer, docente de profesión, pero sin ejercerla, también ocupaba parte de su tiempo en ser curandera y “sanar” a quienes se acercaban a su vivienda con algún tipo de dolencia.
Las plantas, con un crecimiento desmesurado por algún tipo de hormonas de crecimiento y el excelente cuidado, se hallaban en un invernadero y tenían, cerca de tres meses de vida (pudiendo crecer mucho más), de acuerdo al informe de los pesquisas policiales, que trabajaron varios meses para dar con la plantación y la maestra “curandera”.
Fuente: Diario Jornada
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